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“La calma sirvió para que Lucía Hortal pudiera trabajar sin prisas ni condicionantes en su recogida de muestras para la obtención de microorganismos”.

A lo largo de los primeros días de este mes de junio, la primera expedición que el Trineo de Viento ha realizado de Oeste a Este por los hielos de Groenlandia, completó su recorrido y sus objetivos.

Su principal y única fuente de energía para su desplazamiento, el viento, ha sido un factor determinante en la consecución de los tramos recorridos, a veces incluso aprovechando las noches.

En un artículo de Juan Manuel Sotillos para el Diario Vasco, que titula “La noche sin noche” se puede leer: “He de decir que la navegación nocturna, ha significado, además de avanzar y hacer kilómetros, observar unas puestas de sol increíbles hacia las 23,00 horas, y unos espectaculares amaneceres, a eso de las tres de la madrugada”.

El equipo de la expedición ha tenido de superar momentos duros y contratiempos, como el hecho de que taladro para perforar el hielo para la toma de muestras y la obtención de microorganismos dentro de los objetivos previstos  por la dirección científica de Lucía Hortal, se rompiera el primer día de uso.

Para poder seguir obteniendo muestras a diferentes profundidades, llegaron a cavar hasta dos metros de profundidad en el hielo.

No obstante, estamos seguros de la satisfacción de todo el equipo por haber hecho realidad esta nueva experiencia en los hielos groenlandeses.

Después de una espera en la base de partida, de vuelta en casa.

A partir de la llegada sus destinos, habrá llegado la hora de hacer balance, de los análisis tanto técnicos como científicos y de la divulgación de esta nueva “aventura” capitaneada, una vez más, por Ramón Larramendi.

Os dejamos el enlace al “diario de bitácora” completado en su recorrido.

Infórmate sobre la expedición desde esta Sección de «Noticias»

Agustín

Diario de SOS ARCTIC TRINEO DE VIENTO 2022